Tú eres el mal es la primera novela de escritor italiano Roberto Costantini un ingeniero nacido en Trípole (1952) que después de unos años se animó a plasmar una idea que tenía rondando en la cabeza. Estuvo tres años escribiéndola poco a poco. Antes de ser publicada ya se habían vendido sus derechos a otros países, una muestra de que la literatura es universal. Más allá de su autor y de las peripecias que hubo que vivir para escribir su primera novela Tú eres el mal es un novelón desde sus comienzos.
Es el 11 de julio de 1982, la final del Mundial de Fútbol que se celebraba en España con Naranjito como mascota. Se juega el título Italia y Alemania y el joven comisario Michele Balistreri tiene intención de ver el partido y celebrar la victoria como mejor sabe: con una mujer. En medio del partido recibe una llamada, una joven Elisa Sordi ha desaparecido, cómo él la conocía de vista le encargan el caso. Pero Michele le interesa muy poco saber dónde puede estar, cree que estará haciendo lo mismo que toda Italia, viendo el partido de fútbol. Así que en cuanto puede se desentiende del caso y vuelve con su amigo a ver la gran final. Cuando la joven aparece brutalmente asesinada todo cambia.
Veinticuatro años después, Michele Balistreri es jefe de la Unidad Especial de Extranjería en Roma. No vive su mejor momento después de que considerara que había algo más en el asesinato de una joven italiana. Sí, tenían a los tres asesinos, unos jóvenes rumanos, pero había un cuarto hombre que no ha aparecido. Balistreri se verá envuelto en más muertes que le llevan a volver a investigar el crimen de Elisa Sordi.
Tú eres el mal es un libro muy peculiar. En principio partimos de dos momentos muy concretos. La victoria de Italia en 1982 y la victoria de Italia en 2006. Estas fechas no significan nada pero marcan las pauta para lo que viene después.
Nuestro protagonistas es Michele Balisteri. La primera vez que lo vemos es un joven comisario de poco más de treinta años. Está en este puesto no por vocación sino porque su hermano le consiguió el puesto porque el Ministro del Interior le debía un favor. Así consiguió una licenciatura en Filosofía – con ayuda del los profesores – y sacó adelante la oposición para comisario- también con ayuda. Es sin duda un «enchufado» en toda regla. Nuestra viviente de que los contactos son los que te daban un puesto de trabajo no tu capacidad. Así que ahora Michele está trabajando en Roma, en una comisaría aburrida. Su única ilusión es seguir unos años más y después volver a África a matar leones y tigres. Nunca se ha planteado ser un viejo policía sin esperanzas. Mientras tanto como el mismo dice cuenta con se contenta con «un trabajo banal, comer bien, follar mucho, jugar al póquer y no pensar en nada».
Uno de sus amigos es Angelo Dioguardi, que trabaja para el cardenal Alessandrini gracias a que sale con la sobrina de éste. En su despacho conoce a Elisa Sordi, una hermosa joven a la que no le importaría incluir en su lista de mujeres. Pero la joven lo ignora. Llega la hora del partido. Cervezas, banderas, mujeres, comida, y una llamada que le hace regresar a puesto de trabajo de Angelo, último lugar donde se vio a Elisa. Teniendo en cuanta como es Michele ya sabemos que pasará de todo. En este momento no sabemos qué pasará, intuimos que el destino de la joven está claro pero queda por ver el efecto que tendrá en nuestro comisario las decisiones que tome ese día.
En esta primera parte asistimos al pasotismo de Michele, luego a las ganas de atrapar al asesino y al juego de poderes que le dificultan la investigación. Intervención de la Iglesia, de la aristocracia, de los altos poderes políticos, cada uno de ellos con sus propios intereses que muchas veces no coinciden con los de las víctimas que claman justicia. El final un caso pendiente. Una marca que transforma a Michele en otra persona. Quizá en una que no quiso ser pero que lo convierte en un ser humano mejor.
Veinticuatro años después. Michele Balistreri es el Jefe de la Unidad Especial de Extranjería. Le debe rendir cuentas a sus superiores, Floris y Pasquali, aunque al final siempre termina haciendo lo que mejor le parece. Sus subalternos le son muy fieles a pesar de que a veces es la burla del resto de grupos de la comisaría. Cuenta con la subcomisaria Giulia Piccolo, una mujer muy alta de genio muy vivo; Graciano Corvu, un joven policía muy sagaz pero muy tímido con las mujeres; Antonio Coppola «El nano» un cincuentón casado con una hermosa mujer más alta que él y padre de un hijo, galante y racista al mismo tiempo; el inspector Marcello Scordo «Mastroianni» un calabrés guapo y fiel a su novia.
Una historia narrada día a día, y estructurada en mañanas, tardes y noches, lo que nos permite saber qué pasa en cada momento.
Pero lo mejor son sus personajes absolutamente imperfectos en día a día lo que hace que la novela tenga aún más calidad por la gran movilidad de situaciones y escenarios que le aportan quienes pululan por su páginas. El resultado es una novela que no puedes dejar de leer, te me sumerges en ella porque necesitas conocer qué ocurre exactamente. La mezcla de poderes está muy bien llevada, con el juego de intereses que presenta cada uno. Por una parte el poder de la Iglesia, por otro el político que está acompañado por proteccionismo profesional que se vive en la Policía. Y por último el poder del miedo, de la intolerancia y del rechazo al extranjero aunque sea de un país comunitario. En definitiva del desprecio al pobre que acaba siempre como cabeza de turco de conspiraciones que van más allá de su comprensión.
Estamos ante un libro con un planteamiento buenísimo en su trama de intriga que solo puedes valorar al final cuando te das cuenta de que todo encaja perfectamente. En ese momento retrocedes, buscas aquel detalle que daba sentido a todo y que pasó desapercibido y te siente como Michele, culpable de no ser capaz de verlo en su momento.
Sin duda una de las mejores novelas que llevo leídas este año. Como detalle me ha gustado la manera de plantear los interrogatorios. En muchas novelas el protagonista o los detectives van a un lugar y el testigo o sospecho le cuenta todo. Aquí no, aquí la verdad hay que sacarla a la luz de un modo doloroso y paciente porque todo son secretos y nadie está dispuesto a hablar. Me ha parecido una perspectiva muy real que a veces Michele tenga que interrogar a un personaje más de una vez.
Sin duda Tu eres el mal es un gran thriller que bien merece la pena leerse. Por suerte no será la última vez que leamos más de Michele Balistreri ya que el autor ha planteado hacer una trilogía sobre él.
Calificación: 8,50/10
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