Doctor Sueño, Stephen King

sueño

Cuando escribes un libro que se convierte en todo un fenómeno, no solo literario sino cinematográfico, y éste se mantiene a lo largo del tiempo, llega un momento en que el escritor, a pesar de poder gozar de una carrera plagada de éxitos –cada cual más rentable- siempre se va a enfrentar a unas preguntas: “¿Habrá una continuación de…?” o “¿Qué cree que le podría pasar a… si hubiera una segunda parte?”

Estoy segura que Stephen King es uno de esos escritores que en las convenciones, entrevistas o interrupciones en plena calle, ha tenido que sufrir preguntas de este tipo. En su haber hay novelas que dan pie a que el lector se pregunte qué pasa después de que llegue la temida última página. El resplandor, It, El misterio de Salem Lot, por poner un ejemplo, son historias que te introducen tanto en los sucesos que narran que es imposible no ver más allá de su final. Su última novela 22/12/63  es también un buen ejemplo de ello. 

Muchos autores soportan con estoicismo las preguntas y las peticiones de continuar con un personaje o con una historia, pero otros motivados por razones diversas  -que pueden ir desde  estar ya un poco harto de que todo el mundo le pida lo mismo, razones sentimentales, una idea que ha ido germinando poco a poco y que no se puede quitar de la cabeza, razones monetarias…- se lanzan a crear una historia que nace de otra historia que se suponía que tenía un fin autoconclusivo.

El resultado final  para el lector dependerá muchas veces del cariño que le tenga a la novela original y a las expectativas que haya puesto en su continuación.

Doctor Sueño es un ejemplo perfecto de cómo una terrorífica novela, El resplandor, consigue renacer a través de personajes antiguos y nuevos que se enfrentan a un enemigo imparable.

Para quienes no hayan leído la novela original decir que no hay problema en leer Doctor Sueño aunque convendría informarse un poco de su argumento, si bien en su primer capítulo –Caja de seguridad-  ya nos pone en antecedentes. Y estos son los siguientes. A finales de la década de los setenta John Torrance se muda con su hijo pequeño, Daniel, y su mujer Wendy, a un complejo hotelero que cierra durante la temporada invernal pues todo queda cubierto de nieve e incomunicado. El pequeño Daniel tiene el resplandor, un poder que le permite ver fantasmas, hablar por la mente, en definitiva le permite observar y participar en parte oscura del mundo que está oculta a los ojos de los humanos normales. John Torrance se vuelve loco –quién no recuerda a Jack Nicolson con el hacha y los ojos desorbitados- y todo acaba en una inmensa explosión. Se salva Daniel, su madre y el chef del hotel, Richard Hallorann, quien también posee el resplandor. Los años van pasando, Dan va creciendo, en ocasiones recibe los consejos de su mentor Richard, pero el pasado está demasiado presente y termina convirtiéndose en un alcohólico como su padre. Los errores se van acumulando hasta que llega a un pequeño pueblo que le ofrece la oportunidad de cambiar, finalmente termina ayudando a los que van a morir a transitar ese camino en paz. Pero el destino tienes otros planes, se cruzará en su camino Abra, una niña con un resplandor más fuerte que el suyo.

Doctor Sueño no es tan buena novela como la original. Puede que esta no sea la mejor frase para empezar una reseña pero es necesario hacer esta matización porque cuando tenemos un antecedente semejante resulta inevitable hacer comparaciones, y eso trae ciertas consecuencias. Por eso cuando me di cuenta de que no iba a disfrutar de una novela cien por cien terrorífica, quité completamente de mi memoria El resplandor y me dispuse a disfrutar de este libro, porque que no sea tan impactante no significa que no sea una gran novela que valga la pena leer.

Si consideramos la trama no puedo ponerle pegas porque Stephen King ha logrado dar con unos seres malignos dignos de elogio. Ellos son El Nudo, formado por un grupo de seres que anteriormente eran humanos con ciertos poderes pero que fueron transformados en un rito de sangre y muerte. Si logran superar la prueba se convierten en un miembro de pleno de derecho, lo que significa que lograrán la vida eterna. Aunque para ello sea necesario absorber el resplandor de los niños como si de vampiros se tratara. Y cuando hablamos de absorber significa secuestrar a los niños, torturarlos sin piedad –cuanto más sufren más alimento  consiguen-, y luego enterrarlos en cualquier lugar apartado. Se centran en los niños porque su resplandor es fuerte, a medida que te haces adulto se van atenuando.  Son aterradores pero también tienen sus toques de humor, de compañerismo y de amor y por ello sus acciones para sobrevivir, a costa de asesinar con mucha crueldad  a niños, les hace más horribles todavía. La pena es que King no llega hasta las últimas consecuencias con estas ideas al hacer protagonista absoluta a Rose la Chistera. Es cierto que es un buen personaje, malvado y sin escrúpulos pero oscurece al resto de los integrantes del Nudo, de modo que la batalla al final se presenta como un duelo del oeste. Uno contra uno.

En cuanto a Dan todo gira en torno a dos cuestiones: su resplandor que le permite ayudar a los ancianos en la residencia en la que trabaja y proteger a Abra, y su lucha por no beber que comparte con sus amigos ex alcohólicos. No es un mal personaje, la verdad es que está muy bien construido pero podría ser mejor porque aparte de lo dicho anteriormente no tiene más motivaciones en su vida y eso por una parte lo lastra –haciéndolo menos atractivo- y lo hace previsible. En cuanto a Abra, la conocemos desde su nacimiento hasta que se convierte en una adolescente. Niña-joven alegre y con un gran poder. Es una gran luchadora.

Como secundarios los padres de Abra, su bisabuela y los amigos de Dan. Todos forman un grupo que se une para derrotar al Nudo.

La historia transcurre muy bien –le sobran algunos momentos, sobre todo en la primera parte pues termina siendo monótono leer continuamente la lucha de Dan por dejar la botella– pero lo realmente interesante empieza un poco tarde. Luego es todo como una bola de nieve que comienza a rodar colina abajo, con cada centímetro va ganando fuerza y tamaño hasta terminar convirtiéndose en una avalancha. En este libro no se llega a derribar la casa de madera, o a cubrirla por completo pero el final es más que aceptable.  Personalmente me ha gustado.

Doctor Sueño es un buen libro. No excesivamente terrorífico pero aún así tiene sus toques inquietantes. Sus personajes están muy bien dibujados y la historia está bien desarrollada. Tiene sus peros –muchos párrafos innecesarios, tarda mucho en arrancar la parte de aventura- pero todos se quedan a un lado porque el buen hacer de Stephen King, con un dominio absoluto de las palabras, provoca que te quedes enganchado a la historia y no te fijes en ellos.

Creo que vale la pena leerlo.

Clasificación: 7,5/10

Una respuesta a “Doctor Sueño, Stephen King”

  1. Desde que Stephen King dejó la heroína no ha vuelto a hacer libros tan brillantes como los que hacía. Para ello sólo hay que leer la torre oscura.

Deja un comentario