Quien conozca a Stephanie Plum literaria sabrá que es un personaje con el que te puedes reír un montón pese a su descontrolada vida tanto personal como familiar. Por ejemplo tiene una abuela cuya mayor afición es ir a los entierros y hacer alguna trastada de vez en cuando. Janet Evanovich su creadora ha conseguido alumbrar una serie muy respetable gracias al éxito en los Estados Unidos.
Cuando se habló de que querían llevar a la gran pantalla su vida siempre hay dos sentimiento. El primero es un gran no, porque seguro que hacen un bodrio. El segundo es un sí, sería interesante ver cómo se transforma en un ser de carne y hueso, solo hay que tener un poco de fe.
La cazarecompensas (ver ficha) es el resultado de ese traspaso a la gran pantalla con un resultado un tanto desastroso.
La vida de Stephanie Plum es un desastre. Se acaba de divorciar, no tiene trabajo y las facturas solo hacen llamar a su puerta. Y ahora se ha quedado sin coche pues los acreedores se lo han llevado. Para intentar salir de la situación se va a trabajar con su primo que es un agente de fianzas. Allí se hace con el caso de Jospeh Morelli, un policía acusado de asesinato por el ofrecen una jugosa recompensa. Plum conoce a Morelli al fin y al cabo le arrebató la virginidad cuando tenía dieciséis años. No será difícil atraparle, ¿verdad?
¿Se puede trasladar el lenguaje literario a la gran pantalla así como así? Pues no. Son dos formas distintas que merecen un tratamiento diferente. Esta certeza pese a ser universal no parece que la conozcan en la meca del cine, empeñada en traspasar lo más fiel posible lo que hay en una novela a una película así sin más.
Cuando comienza la película Stephanie Plum (Katherine Heigl) nos va contando lo que le va pasando. Mal. Es cierto que las novelas están escritas en primera persona pero eso no significa que si haces una película tengas que usar este recurso en donde la protagonista tenga que ir contando lo que va pasando o lo que piensa. No hace falta para eso están las imágenes, los diferentes gestos de los actores, el escenario… todos los recursos visuales que quieras. Darle protagonismo la voz narradora por mucho que sea de la protagonista es poner un corsé a la trama porque se verá supeditar al relato de ese narrador omnisciente. En una de las últimas películas criticadas «Todos los días de mi vida» también contaba con el narrador – protagonista con un resultado no muy bueno. Lo cual viene a corroborar que solo podrás usarlo si la historia lo permite y el director es lo suficientemente bueno para saber manejarlo sin que estropee ningún elemento narrativo importante.
Pero el problema no está ya en esa voz que surge de vez en cuando. El problema está en una trama que no se sostiene de pie ni poniendo nuestras mejores intenciones. Pero es que volvemos a lo mismo de antes. No puedes coger una novela y pasarla directamente a imágenes, y menos si es una de Stephanie Plum (Katherine Heigl)porque por mucho que nos guste el personaje de las novelas, no podemos obviar que son libros pensados para pasar un rato divertido con una trama de intriga bastante floja. Por que al fin y al cabo lo más interesante es ver cómo Plum intenta lidiar con Morelli (Jason O´Mara), su amor de juventud, y con Ranger (Daniel Sunjata) un hombre peligrosos donde los haya, a la vez que vigila a su peculiar familia, cada cual más tarado. Lo demás, las persecuciones, los tiros, los elementos de aventura e intriga están para darle un poco más de emoción a todo, y par ver como Plum se mete en líos muy divertidos. No hay nada más.
Pero en La cazarecompensas no hay nada de esto, han intentado darle seriedad a todo y se han equivocado. El guión de Stace Sherman, Karen Ray y Liz Brixius es un empleo perfecto de cómo no se deben hacer las cosas, sobre todo si quieres crear una película que podría ser la primera de una franquicia.
La trama de intriga como he dicho hace aguas por todo sitios y muchas veces resulta ridícula tanto en su planeamiento como en la manera de rodar. Solo hay que recordar la escena del camión. No ayuda para nada la dirección cutre de Julie Anne Robinson ( La última canción) que nos recuerda a un capítulo de alguna serie de segunda categoría.
Con estos elementos es evidente que los actores no pueden hacer mucho. Katherine Heigl, está un poco rara con el pelo castaño pero cumple sin mucha soltura su papel, aunque en las escenas de acción está como sobreactuando. Le van más ser una dama en apuros que una heroína. Jason O´Mara no aporta mucho, hace el mismo papel que Terra Nova ,o sea de un policía en apuros. Daniel Sunjata no sobresale, es la parte musculosa de la película y poco más. Contamos con John Leguizano un actor que ha ido de más a menos, Sherri Shepherd como prostituta charlatana, y Debbie Reynolds como la abuela Mazur, personaje totalmente desaprovechado.
Podríamos decir más cosas de esta cinta pero como ninguna es positiva mejor lo dejamos. No vale la pena ir a verla al cine pero bueno cada uno que haga lo que quiera. En mi caso me quedaré con mis libros de Stephanie Plum e intentaré olvidar que alguna vez vi una película sobre ella.
Calificación: 3/10
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