Populaire es una película francesa en la cual desde el principio, desde los mismos créditos iníciales, se respira un aire de comedia de mediados del siglo pasado que se mantiene durante todo el metraje. Me recuerda a esas películas en las que Doris Day protagonizaba alguna curiosa aventura, o Audrey Hepburn enamoraba a todo un caballero.
Populaire nos cuenta la historia de una joven francesa, Rosa Ramphyle (Déborah François), de 21 años que vive con su padre, un viudo que regenta una tienda para todo en un pequeño pueblo. Rosa desea algo más que ser la próxima mujer del hijo del mecánico del pueblo, por muy consideraba que esté ese puesto por lo que un día decide presentarse para ser secretaria de Louis Écharh (Romain Duris), el dueño de una agencia de seguros. La entrevista es un desastre pero Louis ve en Rose algo que le atrae: su rapidez para escribir a máquina.
No tenía muy claro de qué iba a la película cuando la fui a ver. Me gustó el cartel que la anunciaba aunque no estaba en mi imaginación que la máquina de escribir y los papeles volando fueran a ser tan determinantes. Populaire es una película romántica que tiene como trasfondo un concurso de mecanografía. Aunque más bien que un concurso es una olimpiada pues las velocidades a las que escriben las participantes y los sacrificios que deben hacer para alcanzar los primos puestos las convierten en verdaderas deportistas casi de élite. Ahí está la gracia de toda esta película, más que en la historia de amor edulcorada y salpicada de algún que otro desencuentro entre Louis y Rosa.
Me ha gustado especialmente todo lo relacionado con el entrenamiento de Rosa. Ella, muy joven e ingenua, lucha cada día por mover sus dedos más rápidos sobre la máquina de escribir, mientras un tirano, Louis le impone continuamente retos, entre ellos correr todos los días, tal como hacía Rambo cuando se entrenaba para su gran combate. De esta parte llegan las mejores escenas, pues Rosa no puede evitar teclear con dos dedos, aunque sea a una velocidad sorprendente.
La cinta va trascurriendo con soltura, aunque tiene algún que otro tropiezo cuando la parte de comedia choca con la parte de romance, un poco más floja de lo aconsejable. Ese tono simplista, casi de esbozo de sentimientos está muy bien al comienzo cuando no conocemos de qué va todo, pero cuando la historia se complica no hubiera estado de más que dicha relación se hiciera a su vez más profunda, así el resultado no hubiera sido tan previsible. Ni tan desigual porque Rosa brilla con soltura mientras Louise es mucho más apagado y apático.
Tampoco hubiera estado de más que se explicara mejor el motivo por el cual Louise decide ayudar a su joven secretaria a ganar el campeonato de mecanografía. Sí, vamos poco a poco viendo y entendiendo que el pasado en la guerra de nuestro protagonista es importante para entender sus motivaciones pero aún a veces esto no es suficiente. ¿Decir que él fue un gran deportista que lo ganó casi todo lo justifica?
Quizá este es el gran tropiezo de esta cinta, es decir, su director y por ende sus guionistas no han querido ir más allá de crear una bonita historia romántica ambientada en los años cincuenta del siglo pasado. No desean nada más. Ni ahondar en las consecuencias de la guerra años después de que ésta acabara, ni descubrir cómo la sociedad se va abriendo a nuevas libertades con respecto a las mujeres – Rosa quiere ser secretaria, no jefa, más tarde desea ser esposa y nada más. Ni siquiera hacer una crítica mordaz del papel de la mujer como bonito trofeo masculino.
El resultado es que Populaire es una comedia que me encantó durante la primera hora pero que decrece en calidad cuando se va acercando al final porque te das cuenta de que detrás de todo la historia no hay nada más que un gran vacío de contenido. Ningún aprendizaje. Ninguna crítica. Ningún elemento mordaz con el que salir del cine y que te haga reflexionar. O que te emocione.
Clasificación: 5,50/10
Te puede interesar
El blog de Welzen 
No me sonaba esta peli. Pero me parece que la dejaré pasar, que parece no destacar mucho. Y su argumento no me llama nada…
Besotes!!!