Siguiendo el reto de los cien libros que todo amante de la fantasía y la ciencia ficción debe leer, una de nuestras últimas lecturas ha sido American Gods de Neil Gaiman, un autor que ya conocido gracias a su estupenda novela El libro del cementerio.
American Gods que en su momento lo ganó todo. Conseguió alzarse con el premio a la mejor novela en los premios Bram Stoker (2001), Nebula (2002), Locus (2002),Hugo (2002). Y además de otras muchas nominaciones. Se puede decir que con este libro Neil Gaiman lo consiguió casi todo a principios del siglo XXI. ¿Pero es tan buena esta novela? Si consideramos las valoraciones de Goodreads un cuarenta y dos por ciento consideran que es un libro de cinco estrellas,y solo un dos por ciento le da una estrella. Son cifras que para el lector pueden resultar interesantes pero con la que no podemos coincidir. En mi caso le he puesto cuatro estrellas porque si bien es un buen libro hay ciertos aspectos que no me gustan mucho.
La historia arranca con Sombra (Shadow Moon, en la versión inglesa) que espera salir de la cárcel en unos días para volver a reunirse con su esposa, a la que quiere con locura. Espera que una vez que sea libre puedan volver a tener la vida feliz que tenían antes de que él terminara con los huesos en prisión. Pero unos días antes de su fecha de liberación lo llaman a la oficina del director para decirle que lo van a soltar antes porque su mujer ha muerto en un accidente de coche. De este modo le dan tiempo para ir al funeral.
A partir de esta historia trágica la trama mota un giro particular porque Sombra, en su periplo para llegar al funeral de su mujer, se encuentra con un extraño nombre llamado Miércoles (Wednesday) que lo contrata comoo protector o guardaespaldas. En es este punto cuando te das cuenta de que estás de lleno en una historia que presenta muchas capas, no porque la historia en si sea excesivamente complicada, sino porque Gaiman evita crear una trama lineal y decide recrear antes del gran final, de la confrontación que determinará el devenir de los dioses, un viaje que conduce a los protagonistas a conocer a personajes y lugares variopintos, que para desesperación del lector más impaciente no consiguen ofrecer pistas sobre cuál será el discurrir de estos personajes.
Y para darle cierto toque complicado en ciertos momentos todo transcurre con una lentitud un tanto pasmosa que me ha llevado a recordar a Stephen King cuando se le da por rellenar páginas y páginas con una prosa estupenda pero vacía de contenidos. Neil Gaiman hace eso mismo con esta novela pero de una manera diferente porque si bien al final todos los eventos que has leído tiene su razón de ser, no te queda claro el verdadero sentido de las tramas secundarias, o sea, si están porque la historia principal así lo requería o porque la novela se hacía excesivamente corta solo contanto las desventuras de los dioses estadounidenses y había que añadir algo más. Un algo más que me recordó a una novela de John Connolly, uno de sus autores favoritos.
He de reconocer que he disfrutado con esta novela, más de lo que esperaba, pero también he me desesperado con ella en ciertos momentos. Y aunque Gaiman escribe muy bien, y sabe manejar los tiempos de terror y de elementos paranormales, no creo que aquí haya sabido usar de un modo tan correcto la emoción, la aventura o las peleas entre dioses. La principal razón puede que resida en la elección del protagonista principal, Sombra, que tanto le da ir a la derecha que a la izquierda. Si Miércoles, que es el jefe que le paga, dice salta, él salta, y si dice espera aquí que voy a robar un banco, pues espera. Es bastante decepcionante ver que el protagonista tiene el espíritu de un besugo congelado y que actúa como un mero espectador de lo que pasa, más que como un actor principal.
Resulta curioso pero en los libros de fantasía me gusta que los protagonista principales tengan ciertos carácter o que muestren un poco de espíritu malvado, porque así se logra que al menos la lectura sea agradable. Con todo esto no quiero decir que American Gods sea un mal libro, al fin y al cabo le he dado cuatro estrellas, sino que me parece que es una novela a la que le falta cierta chispa para ser merecedora de la máxima puntuación. ¿Y entonces por qué esa nota? porque Gaiman escribe muy bien, su prosa es estupenda y aunque estén ante un libro que sabes que es más lento que un caracol disfrutas de su lectura porque el modo en que está escrito así lo permite. Además siempre confías en que algún momento algo pasará que para eso hay dioses de todos tipo y muertos vivientes.
Com curiosidad si uno navega en la red e indaga sobre este libro descubrirá que toda la emoción reside en la última parte de la novela, en las últimas cien páginas, pero claro antes te tendrás que haber leído todo lo anterior, y si consideramos que tiene en total más se seiscientas cincuenta -arriba o abajo dependiendo de la editorial- la respuesta a si te gustará el libro dependerá de si eres paciente o no.
Nos has quitado las ganas de leerlo. Ahora nos da que no nos iba a gustar…
Pues para las lecturas suelo tener paciencia. Y además, el único libro de este autor que he leído me gustó mucho, así que apuntadito me lo llevo.
Besotes!!!