Si en la literatura fantástica El señor de los anillos marcó el devenir del género, no cabe duda en que en género juvenil fantástico ha sido toda la saga de Harry Potter pues desde entonces es raro no encontrarse con una novela de este género en la que el protagonista no se vea obligado a asistir a algún tipo de escuela. El clamoroso éxito de El nombre del viento de Patrick Rothfuss sólo hizo agudizar esta tendencia.
El caso es que el lector se enfrenta a una historia en donde el personaje principal asiste a una escuela/academia. Puede ser una escuela para ser buen vampiro, puede ser una escuela normal, una destinada a brujos, a muertos vivientes… o puede que el protagonista se enfrente a un curso acelerado de supervivencia. En cualquier caso el elemento de aprendizaje, el maestro que se convierte en uno sin quererlo, las avenencias y desavenencias con los compañeros de clase… todo lo que implica asistir a un colegio o institución educativa se ha convertido en un clásico al que acuden muchos de los escritores de literatura juvenil, incluidos los que se orientan al género fantástico. En cierto modo es algo normal, ya que el público al que se dirige este tipo de novelas -mayores de doce años – suelen asistir a clase de modo regular. Un entorno familiar, personajes con los que te puedes identificar y mucha acción y aventura son los elementos que sirven para crear un éxito literario que atraiga miles de lectores. Pero también existe una parte negativa y es que leído uno -lo siento pero es cierto- leído casi todos. Quien sea aficionado a la literatura juvenil romántica lo sabrá mejor que nadie. La leyenda del hechicero. El aprendiz de Taran Matharu entra de lleno en este género.
Fletcher es un joven que viven en un pequeño pueblo al norte del reino. Abandonado en medio de la nieve cuando era un recién nacido fue criado por el herrero del pueblo, el hombre que lo encontró, al que considera su padre. Físicamente es muy diferente el resto de los habitantes del pueblo, con los que no termina de llevarse bien aunque su mayor problema es el hijo del hombre más rico del pueblo, Didric, un ser despreciable de casi su misma edad que hace cualquier cosa para molestarlo. Su vida transcurre casi con normalidad hasta que un grupo de soldados llegan a la ciudad, entre ellos hay un viejo mercenario que le entrega un libro de cubierta de piel de elfo que contiene toda la información que un mago de bajo nivel había descubierto sobre los orcos. Gracias a ese libro adquiere un pequeño demonio que en su afán de protegerlo del intento de asesinato de Didric, termina hiriendo a éste gravemente. Fletcher se ve obligado a huir. Su destino es una gran ciudad. En su primer día es descubierto por un extraño hombre con un solo ojo, es Arcturus, uno de los profesores de la academia de hechiceros y quien le da la oportunidad de unirse a los nuevos alumnos.
Como se puede ver La leyenda del hechicero. El aprendiz parte de una base no muy elaborada o imaginativa, pues este mismo arranque lo hemos visto en cientos de libros. Joven huérfano que se convierte en un gran héroe. Tampoco hay grandes novedades con el resto de la novela que transcurre por unos cauces muy previsibles. Alumnos de alto nivel versus alumnos de bajo nivel. Humanos versus elfos versus enanos. Como único elemento destacable es el mundo en que se desarrolla la historia. Estamos en un reino gobernado por un joven rey que se ve inmerso en una sangrienta lucha contra los orcos, ahora gobernados por un orco de color blanco. Es un mundo donde los elfos se han visto arrinconados ante el avance de las demás razas, y en donde los enanos viven bajo estrictas leyes pues carecen de reino o de rey… Espera he dicho original, pues no porque estamos ante una versión ligera de El señor de los Anillos. En cualquier caso, más allá de la inspiración o copia descarada de temáticas literarias Taran Matharu ha desarrollado un reino que tiene su toque de originalidad en el entramado entre las razas, esta era su mayor baza, su oportunidad de darle originalidad a la novela pero el autor ha optado por lo más simple, lo que lleva a que los personajes tenga una caracterización muy estereotipada. Flecher es el humano con aspiraciones de héroe nacido en las clases bajas, o sea leal, muy protector con sus amigos y con cierta tendencia a meter sus narices en asuntos ajenos. Othello es un enano, el primero en entrar en la academia para ser hechicero; con él se abre la puerta para que su raza adquiera más derechos en el reino. Sylva Arkenia, es una joven elfa, princesa entre sus pueblo y la primera en acudir a la academia de hechiceros, Su papel es demostrar que humanos y elfos pueden luchar unidos de nuevo contra los orcos. También contamos con Tarquín, un estudiante de origen noble, y su hermana gemela Isadora, ambos poseen grandes poderes y demonios y no dudan en restregar su origen y capacidades a los estudiantes de clases inferiores. Los demás secundarios no aportan nada destacable. Los demás alumnos están esbozados muy ligeramente, y los profesores están tan caracterizados en su papel que no destacan en nada.
En cuanto a la trama, nada sobresale. Lo que sucede en el libro ya lo hemos esbozado un poco anteriormente y lo que no hemos dicho el lector lo puede suponer, y seguramente será una suposición correcta. Comentar que hay bastante acción y bastante interacción entre unos pocos personajes, y situaciones que se desarrollan de una manera y que pronto se olvidan, es decir, tenemos una situación de acción que por ejemplo ha acabado en un derramamiento de sangre pero que no tiene consecuencias posteriores, esto significa que si cogemos los capítulos y los entremezclamos – el capítulo veinte lo ponemos como el cuarenta, por ejemplo- salvo algunos pequeños detalles no hay grandes cambios. No he percibido durante la lectura una sensación de homogeneidad, de que la historia fluya de modo coherente con los personajes o con los hechos que acontecen permitiendo que ambos elementos se desarrollen y evolucionen.
Como valoración personal he de confesar que por una parte me ha gustado el libro, porque me gusta la fantasía así que la novela ya contaba con una ventaja previa, pero no puedo dejar de pensar que la historia en sí podría estar mucho mejor elaborada. Quizá quiera ver la historia desde un punto de vista adulto, y por eso destaco la falta de complejidad de argumento, de personajes, de escenario… obviando el hecho de que estamos ante una novela para lectores a partir de doce años pero que sea para lectores jóvenes no puede ser una excusa para su falta de originalidad, tanto en sus elementos básicos como en su desarrollo.
No será la novela del año, ni siquiera si lo reducimos a la categoría de juvenil-fantástico pero
Pero pese a todo ello es una novela que no desmerece ser leída, es entretenida, y te permite entrar en un mundo de fantasía en donde las distintas razas deben aprender a convivir entre ellas. El mensaje positivo es importante.
Por último comentar que el final de la novela coloca a nuestro protagonista ante un auténtico precipicio, que te puede obligar -si sientes algo de curiosidad- a pensar en comprar el siguiente libro de la serie, La leyenda del hechicero. El guerrero ya está en las librerías habituales.
EL APRENDIZ (La leyenda del hechicero, 1) Taran Matharu Editorial: Planeta Género. Fantástico, Juvenil Páginas: 496 Comprar: Casa del libro
Han dado con la fórmula del éxito y poco están arriesgando en este género. Pero si dices que merece la pena su lectura y que resulta entretenido, no me importará darle una oportunidad.
Besotes!!!