Grimm finalizó oficialmente el 31 de marzo del 2017 con la emisión de su sexta temporada. Ahora gracias a diversas plataformas digitales la podemos ver de un tirón. Y eso son 123 episodios.
Grimm nos cuenta la historia de Nick Burkhardt (David Giuntoli), un joven detective de homicidios de la ciudad de Portland. Vive con su novia, Juliette Silverton, una guapa veterinaria, con la que desea casarse en un futuro cercano. Su compañero de trabajo es el detective Han Griffin, que además resulta ser su mejor amigo y gran confidente. Su tranquila vida termina cuando su tía Mary, la mujer que lo crió después de la muerte de sus padres, aparece en su vida de nuevo. Ella está enferma y le queda poco tiempo de vida. Desde ese momento Nick comienza a ver cosas extrañas. Algunas personas parece convertirse en monstruos cuando la mira. Poco a poco va descubriendo que él es un Grimm, un de los elegidos para perseguir a los monstruos que viven con los simples humanos. Pronto comienza a caza.
Tener la oportunidad de ver todas los episodios resulta de lo más útil. Evidentemente no se pueden ver de un tirón pero hacerlo a lo largo de algunas semanas permite ver la serie desde una perspectiva diferente. Puedes apreciar mejor sus virtudes y también sus defectos. Y uno de ellos, para mí, es todo lo que rodea el adquirido poder de Nick, ya que lo empieza a poseer cuando su tía Mary está en su lecho de muerte. Según nos cuentan se convierte uno en un Grimm cuando el anterior de tu familia muere. Lo que abre unas cuantas puertas interesantes pero también deja unos huecos terribles porque como ya dicho antes, al ver la serie entera, se puede ver como en ocasiones una buena idea -descubrimiento de un poder- no casa muy bien con tramas posteriores, no cuando la serie se alarga en diferentes temporadas, el peligro aumenta y se necesitan aliados. Pero más allá de este pequeño defecto Grimm es una buena propuesta de fantasía con monstruos como protagonistas.
La estructura de cada capítulo gira en torno a dos elementos. Por un lado el caso que Nick y Hank tienen que investigar y que evidentemente guarda relación con un monstruo; y la trama general de la temporada que en la primera se centra en torno al descubrimiento del poder de Nick, la adaptación a sus nuevas capacidades, el engaño en que tiene que mantener a su novia Eve Silverton y a su mejor amigo; la recién amistad con un Eddie Monroe (Silas Weir Mitchell), un lobo feroz vegetariano… Es una buena temporada que a lo largo de los capítulos se mantiene muy bien. Y eso se puede decir de la segunda. E incluso de las demás, aunque con matizaciones.
En este tipo de serie el mayor riesgo es cómo manejar a los personajes principales. Aquí Nick tiene una novia que ama, luego habrá que enredar con la novia, y luego la enredamos un poco más. Luego está una enemiga muy guapa que tiene sus propios planes. Que luego se transforman en más planes. Un jefe que no sabes si está de tu lado o conspirando contra ti. Lo único estable es tu compañero Hank, Eddie y Rosalind Calvert, una «monstruo» que regente un herbolario y que termina casándose con Monroe. Además está en sargento Wu, que se puede decir que es al que siempre le caen todas las maldiciones. Son personajes que se enredan unos con otros al que los guionistas no dejan marchar, o sea, todos empiezan la serie y todos la terminan.
Para ver cómo es realmente la serie analizaremos a sus personajes femeninos porque son los que realmente nos pueden dar una idea mejor ya que los masculinos se mantienen inmutables. Empezaremos con Eve, la joven veterinaria,. Es joven, hermosa, de carácter suave, y con modales impecables. O sea, es muy sosa. Costaba verla como la novia de Nick cuando era un simple humano, así que cuando él es un Grimm se aprecia aún más que no son una pareja perfecta. Personalmente -y no soy la única que lo piensa- creo que ella debería haberse ido en la primera temporada, porque es el reflejo de que mantener a un personaje -por mucho cariño que le tengas- no siempre es lo mejor. El caso es que los guionistas en vez de darle a Eve un final digno o un pasado modificable la transforman en algo más con intención de darle más protagonismo o profundidad, pero aún así, no hay nada que hacer. Tanto buena como mala, en una encuesta de popularidad quedaría la última. No pasa así Rosalee Calvert, ella empezó siendo la hermana de un asesinado que busca respuestas regresando a la ciudad pero pronto adquiere protagonismo propio. Es ella, más que Eve o Adaline, quien se puede decir que es la verdadera protagonista femenina. Que tenga una relación con Monroe es algo casi secundario que sirve para darle un toque de familiaridad a la historia porque Rosalee consigue destacar por sus propios méritos: por ser inteligente, perspicaz y con tener recursos propios en caso de peligro. En cuanto a Adalind Shade, es otro personaje estirado al máximo, primero no mala, luego mala, luego no muy mala, mala… es un monstruo, pero más porque así lo determina su legado familiar y no su conciencia, de modo que en un intento de ser digna de su madre, termina haciendo maldades. Y no siempre con buenos resultados. Su transformación al lado bueno parecía natural, aunque después de todo lo que hizo no muy lógico. Creo que de todas las tres, es el personaje más olvidado, o más subestimado por los guionistas, porque ella podría haber conseguido grandes cosas, como agresiva malvada o como persona que busca la redención, pero al final lo que tenemos es un personaje maternal en brilla en escasas ocasiones.
Viendo lo que nos dan estas tres mujeres podemos entender Grimm. Es una serie buena, con un toque de fantasía correctamente desarrollado, cuyas primeras temporadas se presentan sólidas pero que poco a poco va cayendo en el problema en el que caen todas estas series cuando duran varias temporadas y los personajes principales no se renuevan. O sean, empiezan a existir líos amorosos entre ellos, cambios de pareja, cambios de lado: ahora soy de los buenos ahora de los malos,… y todo con una trama que homogeneizar la serie y que implica que hay que salvar al mundo. Creo que esta manera de resolver las cosas hace que este tipo de serie tenga por norma general unas cuentas temporadas, porque cuando los personajes empieza a parecerse a los de Amar en tiempos revueltos es porque a los guionistas se les han acabado las ideas. Y asi ideas no se atrapa a la audiencia. Quizá por esa razón Supernatural ha conseguido llegar a una décimotercera temporada, porque se centra en dos personajes principales, huye de todo elmento de telenovela y se centra en la fantasía pura, aunque eso implique unos cuantos viajes al Infierno, salvar el mundo un par de veces, toparte con Dios, con el Demonio…
¿Vale la pena ver Grimm? Si, sobre todo las dos primera temporadas. No decepciona si te gusta este tipo de series porque tiene un gran toque de fantasía, bastante humor gracias a Monroe, y además un buen toque de romance.
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