Allá por el año 2013 salió a la luz Los Croods. Una aventura prehistórica que narraba las aventuras de una familia muy peculiar. Era muy diferente a Dinosaurio que se había estrenado unos años antes pues trataba de una familia de hombres primitivos que intentaban sobrevivir a un mundo que se estaba derrumbando. Curiosamente años más tarde, las dos temáticas: dinosaurios y hombres primitivos, se unirían en la irregular El viaje de Arlo.
Los Croods estaban formado por Grug (un padre muy protector), Ugga (una madre amable), Gran (una abuela chinchona que me recuerda a la abuela de Sid, el de La Edad de Hielo), Eep (una adolescente aventurera que parece un culturista), Trunk (otro adolescente que es un poco descerebrado) y el pequeño, una niña con alma de perro rabioso. Viven como auténticos primitivos, ajenos a todos los avances que otros humanos disfrutan. Así que cuando se les aparece Guy, un joven con ideas modernas, lo antiguo -el padre- se enfrentará a lo moderno -la hija-, a la vez que intentan salvarse de una catástrofe natural. En líneas generales era una película que terminó bastante bien, con un final cerrado y muy feliz que daba pie a que no hubiera continuación. Pero tras su éxito se empezó a plantear la idea de una secuela. No sería hasta el 2020 cuando se pudo hacer realidad, aunque la pandemia del Covid trastocó su estreno en los cines.
Ahora que es época de vacaciones y los niños ya no tiene colegio es una buena oportunidad para verla. En este aventura el clan de los Croods se ve obligados a buscar un nuevo hogar y por casualidad se encuentra con otra familia, los Masmejor, que resultan ser amigos de Guy. Evidentemente Grug, no está muy contento con esta familia que se consideran mejores que ellos. Pero detrás de esta perfecta familia, hay un terrible secreto.

Si bien no hace falta ver la primera entrega, sería conveniente verla porque se entenderían mejor los conflictos a los que se enfrenta Grug, siempre huraño y agresivo ante los cambios y su negación a ver que Eep, ya es una mujer y no una niña. Cada uno de los Crood descubre algo con esta nueva familia -que es la versión estadounidense de la familia perfecta prehistórica conun aire hippy-, y puede ser un nuevo peinado, una amistad femenina, un espacio solo masculino… Pero los Masmejor también aprenden algo.
Al igual que la anterior entrega, está llena de colorido, de animales fantásticos de una continua sucesión de momentos divertidos. Hay monos muy avanzados, lobos que guardan una sorpresa, evidentemente está el tigre de la primera entrega, y esa especie de perro. Y no puedo olvidar a la pequeña de la familia, que es como una mascota más. No faltarán momentos de aventura con tanto animal o planta.
Es perfecta para los más jóvenes de la familia, aunque los adultos pueden tener la sensación en algún que otro momento de que los guionistas solo buscaban enlazar escena graciosas tras escena graciosa, sin considerar si la historia se desarrolla con cierta profundidad. Y quizá por ello la química entre los personajes no es del todo fluida y en diversas escenas se fuerza demasiado en momento humorístico.
En cualquier caso Los Croods: Una nueva era es una película con chistes perfectos para los niños más pequeños, fácil de ver y de disfrutar, con su contenido de moraleja que no sobrecargar la historia. En el caso de los adultos no sería una sorpresa si no les gusta mucho, pero como no es una película para ellos no se pueden quejar. Toca verla, o quedarse dormido hasta que acabe.

LOS CROODS: UNA NUEVA ERA
Animación. 95 minutos
Estreno: 2020. DreamWorks Animation
Disponible en diversas plataforma de pago