«Las marismas», Arnaldur Indridason. Muerte en Reikiavik.

La tercera entrega de la serie sobre el inspector Erlendur.

Durante estos últimos meses he podido echar un buen vistazo a mi biblioteca. Revisando cada uno con especial cuidado. Con el tiempo te das cuenta de que guardas algún pequeño recuerdo de cada uno de ellos. Entre los libros que cayeron en mis manos estaba Las marismas de Arnaldur Indridadon, la tercera entrega de la peculiar serie sobre el inspector Erlendur.

Todo empieza en la ciudad de Reikiavik, en un pequeño sotano en el barrio de Las Marismas. Allí se descubre el cuerpo del hombre mayor que residía en la casa. Sobre la pared una confesión «Yo soy él…». El caso cae bajo la dirección del inspector Erlendur, siempre acompañado de Sigurdur Oli.

Las marismas es un libro muy Arnaldur Indridason, o sea, es una novela que seguramente no gustará a todo el mundo porque carece de calided. La verdad es que leer a este autor es un poco deprimente, porque a diferencia de otros que intentan suavizar las durezas de la vida, Indridason le da con ellas en toda la cara. Otros escritores tienen válvulas de escape diferentes. No Nesbo huye a través de la violencia. Ian Rankin lo hace con una botella de alcohol. Antonio Manzini con unas maneras muy poco educadas. Indridason lo hace a través de una gran sensación de soledad y tristeza. Quizá por eso es un autor al que sigo porque pese a todo sigo esperando que algún día, en algún libro, le dé a Erlendur algo por lo que ser feliz.

Más allá de esto la trama de intriga está muy bien planteada. No se puede negar que este escritor sabe hacer su trabajo. Un cuerpo anciano, un mensaje extraño y una investigación que va poco a poco sacando a la luz secretos que a muchos le gustaría ver enterrados para siempre. En este caso volvemos a ver la importancia de la genética. No es un caso extremadamente complicado, una vez que ves la solución, pero para ser un buen libro policial no hace falta que exista un asesino en serie en cada esquina. Lo más terrorífico suele ser la cotidianidad de ese crimen cometido por un familiar, un amigo o un vecino. O un desconocido con un mal día.

Acompañado a Erlendur en sus aventuras está su segundo al mando, Sigurdur Oli, un joven prometedor que hace un constraste peculiar con su jefe. Uno es como una roca, casi inmóvil en sus sentimientos, el otro, más joven, es más vivaz y resolutivo. No se puede olvidar a la familia de nuestro protagonista. Una ex mujer que lo odia con pasión y con la que no ha hablado en décadas, sin que suponga un problema para él realmente, y unos hijos que parecen que están empeñados en destrozar sus vidas.

Yo soy de las que disfrutan de las novelas de este escritor. Hay algo interesante en su manera de escribir y además está en hecho de que aprendes algo de Islandia y de su peculiar cultura. Lo recomiendo sin dudarlo.