Si hay algún tipo duro por ahí suelo ese es Jack Reacher, el protagonista de 61 hours, que se dedica a ir de pueblo el pueblo por los Estados Unidos arreglando asuntos un tanto sangrientos. Pero hacemos un poco de historia.
Conocí a Jack Reacher por una adaptación cinematográfica –que no vi porque no me gusta el actor- lo que llevó a que indagara un poco es su primera novela, Zona peligrosa, publicada por RBA en el 2015. En esta novela se presenta nuestro protagonista, un tiparrón de casi dos metros de altura, rubio y con una cara que no ha visto una sonrisa desde el día en que nació. Nacido de un padre militar se crió en diversas bases estadounidenses repartidas a lo largo del mundo. Era natural que se hiciera militar. Pero con el tiempo consideró que era mejor dejar el ejército antes de que se metiera en un lío del que no podría salir indemne. Se puede decir mucho de Jack, pero la paciencia no es lo suyo, y si quiere romperle los dientes a un superior lo hará sin remordimiento. Así es Jack Reacher.
Una vez licenciado no sabe muy bien qué hacer así que deambulea un poco las zonas más rurales del país, y por eso, sin quererlo ni desearlo se ve metido en un buen lío, cuando es considerado como sospecho de un crimen. Si Jack se contenía un poco cuando estaba en el ejército porque debería seguir unas normas, cuando estas desaparecen tiende a hacer lo que cree mejor en base a un ideal de justicia muy al estilo del viejo oeste. Primero te pega un par de tiros y luego pregunta. Si puede, porque como buen pistolero que es tiende a meter una bala entre ceja y ceja a sus enemigos, así que lo de preguntar no siempre es posible.
Considerando que Jack tiene unas veintiséis novelas en total, la última de ellas publicada este año, es muy difícil meterse de lleno con todos sus libros, no, cuando tienes unas cuantas series pendientes en tu lista de lecturas. Por suerte sus libros se pueden leer de modo casi independiente aunque te saltes grandes eventos de su vida. En este caso 61 horas es la novela decimocuarta y tiene lugar en un pequeño pueblo de Dakota del Sur, en pleno temporal de nieve.
La trama es la típica de la serie, o sea, Jack se encuentra de camino hacia ningún destino concreto, simplemente se ha subido a un bus lleno de jubilados que van de excursión a lugares turísticos. Cuando llegue a su destino, pasará unos días allí y luego se largará otra vez. Es incapaz de asentarse así que viaja ligero, no equipaje, y solo con la ropa puesta, puesto que si necesita algo lo compra, lo usa y lo tira. Pero durante el trayecto ha habido un accidente y el autobús se ha quedado varado en medio de la nieve gracias a una gran tormenta ártica. Las temperaturas con polares y no le queda más remedio que pasar unos días en un pequeño pueblo hasta que el tiempo mejore. Tiene que esperar unas 61 horas. Pero al igual que Jessica Fletcher, que casa vez que va a un lugar se muere alguien, cada vez que Jack Reacher visita un pueblo se cruza de lleno con una trama de corrupción, asesinatos, contrabando…
Quien haya leído los libros anteriores sabrá que con Jack no se juega, es un hombre duro y a su alrededor hay un aura de dominancia que muy pocos pueden soportar. Es al macho alfa en su plenitud. Y aquí lo vuelve a demostrar, aunque de un modo muy sutil. Sinceramente para ser un libro de acción tiene muy poca, puesto que esta transcurre casi al final de la novela, cuando Jack toma el control sobre cómo castigar a los malos, pero mientras tanto, a nuestro protagonista le toca cuidar de una agradable e inteligente anciana, y de congelarse cada vez que pisa la calle. Ha sido interesante la manera en la que el clima se ha convertido en otro protagonista en la historia. El frío ártico que provoca que se congele la cara, la imposibilidad de andar en calles cubiertas de nieve, los peligros de no saber de quién fiarte… Y el recuerdo constante de que un tiempo que se va reduciendo poco a poco. Al comienzo de la novela a Jack le quedaban 61 horas para dejar la ciudad. Hacia el medio, unas treinta… hasta un final que, evidentemente, no es definitivo para Reacher pero si para ciertos individuos.
En cuanto a los malos, hablamos de grandes tipos, un jefe del narcotráfico pequeño de estatura pero muy cruel, un ruso, una secta de drogatas, una cárcel nueva, un departamento de policía dividido, un bunker secreto del ejército del que nadie sabe nada… En general la historia está bastante bien, y pese a que en muchas ocasiones no pase nada interesante o excesivamente sorprendente la historia discurre de un modo fluido. Además que Jack se vea un poco limitado con el clima nos da la oportunidad para reencontrarnos con su personaje y poder indagar un poco sobre lo que le ha ocurrido desde que lo conocí la primera vez hasta ahora.
He de reconocer que no es una novela que se inscribe dentro de la gran literatura pero es muy entretenida, y si te engancha desde el comienzo te la puedes leer de una sentada si tienes tiempo. Es una más que decente novela de escapismo y cumple la misma función que cualquier película de acción con un tipo duro como protagonista.
Esta serie está publicada en nuestro país por RBA y Ediciones B pero solo sus primeras novelas, y considerando que éstas tienen algunos años puede que sea un autor que hay que leer en inglés si se quiere disfrutar de sus historias.
