Esta es mi primera reseña del año y también la primera desde hace bastante tiempo. La verdad es que no he tenido mucho tiempo para leer, y el poco tiempo que tenía libre no lo dedicaba a la lectura porque, en cierta medida, leer se había convirtido en algo que no me producía tanto placer como antes, era como el blog hubiera transformado mi pasión lectora en casi una obligación, o un trabajo pesado. Supongo que con el tiempo, y de vez en cuando, se necesita un respiro, una recarga de energía, o un redescubrimiento de algo que se creía perdido. También he de considerar que no he tenido mucha suerte con las lecturas en el 2022, es curioso pero no ha sido un gran año lector, quizá porque mi ánimo no estaba en su punto álgido, pero encontrar un libro que me atrapara casi por completo se convirtió en toda una odisea. Y eso me lleva a La biblioteca de la medianoche de Matt Haig, publicado por Alianza Editorial en el 2021. Esta novela fue ganadora del premio de ficción de Goodreads del 2020.
Quien no haya leído nada de Matt Haig y solo tenga referencias de las reseñas positivas de sus libros, mencionar que después de leer dos de sus novelas, la maravillosa Razones para estar vivo, una reflexión de poco más de doscientas cincuenta páginas en las que relata su experiencia sufriendo depresión crónica; y El chico que salvó la Navidad, un desconstrucción del tradicional cuento de Navidad; puedo decir con total seguridad, aún más ahora que he terminado La biblioteca de la medianoche, que es un autor que no es recomendable para todo el mundo. Matt Haig sufre depresión crónica, es algo que lleva arrastrando desde que era un adolescente, y si bien parece que ha llegado un punto en su vida en que ha aceptado la realidad de su enfermedad, no deja de reflejar una perspectiva absolutamente deprimente y oscura en sus trabajos. Al menos esto ocurre en los tres libros que he leído de él. Si lo tengo que definir es deprimente. Lo entiendo en un en ensayo sobre la depresión que sufre, lo asumí como elemento diferente en su novela infantil, pero lo encuentro absolutamente devastador en La biblioteca… Y ahora me explico.
El libro nos cuenta la historia Nora Seed, una joven de treinta y cinco. Su madre ha muerto de cáncer, su padre murió de un ataque al corazón cuando era adolescente, en un periodo de su vida donde soñaba con ser nadadora olímpica; tuvo un grupo de rock con su hermano al que renunció por miedo escénico, algo que su hermano no le ha perdonado todavía; trabajaba en una deprimente tienda de música, pero no importa porque la acaban de despedir; sus relaciones amorosas son nulas; vive en un deprimente lugar; y por encima se la ha muerto el gato. Alguien lo ha atropellado. Todo esto lo sabes en las primeras páginas. Y además le añado que estamos hablando de Matt Haig, así que no es de extrañar que las ideas suicidas le ronden por la cabeza. Avanzando en tan oscura perspectiva decide, por voluntad propia, irse al otro barrio -y me refiero al espiritual-, pero en vez de ver ángeles o demonios acaba en una biblioteca donde le ofrecen la oportunidad de vivir las vidas que podría haber tenido si hubiera elegido un camino diferente en su vida. Y aquí viene el truco de la novela, o más bien la oportunidad perdida de reflexionar sobre los errores del pasado. Nora se encuentra en el limbo, en un espacio entre la vida y la muerte, donde el tiempo se ha parado hasta que suceda algo: o que sea salvada de su intento de suicidio, o que perezca. Mientras tanto puede elegir una vida diferente como si pudiera saltar a diferentes universos como algunos héroes de Marvel. ¿Qué hubiera pasado si hubiera seguido con su sueño de ser nadadora? ¿Si su padre aún estuviera vivo? ¿Si se hubiera casado con ese novio? … En cada una de las vidas en las que salta hay algo que no funciona y que le hacen volver a la librería. Nora vive esa vida y cuando se enfrenta a un problema, o se siente abrumada por ciertas responsabilidades, no se enfrenta a ellas, sino que vuelve a la biblioteca y busca otra vida que le vaya mejor. ¿Aprende algo de lo que vivió? ¿Reflexiona sobre los errores del pasado? Desde mi perspectiva, la respuesta es no. Nora es una mujer simple que no lucha por nada, no se implica con nada y siente muy poco, y lo poco que siente es sobre ella misma, así que también es egoísta en sus acciones. Simplemente no es capaz de reflexionar sobre las decisiones que tomó en su pasado y que la llevaron a intentar acabar con su vida, sin que se queda con una frase de esas que son perfectas para poner en uno de esos vídeos que tu madre me manda de vez en cuando para levantarte la moral, pero que tú crees que refleja que la gente tiene mucho tiempo libre y poca vergüenza.
Dicho esto, se puede entender por qué no me terminó de gustar este personaje. La verdad es que esperaba una novela un poco diferente, pero La biblioteca…a veces parece un libro de auto ayuda lleno de metáforas espirituales, y si hay un género del que reniego, es ese precisamente. MI infierno particular es acabar en una biblioteca donde solo existan este tipo de libros.
Con respecto al final, ya se prevé desde el comienzo cómo acabará -recordar que este es un libro de autoayuda disfrazado de novela de ciencia ficción- pero no esperaba que fuera tan simple, o más bien, tan mal definido. Hay algo no me termina de cuajar en esas últimas páginas, pero cuando reflexiono sobre la profundidad de las experiencias vividas por Nora en la biblioteca, en cierta medida no es una gran sorpresa, aunque sí una gran decepción.
¿Recomiendo el libro? La respuesta está en: léete de nuevo esta reseña y piensa en tus gustos literarios.

LA BIBLIOTECA DE MEDIANOCHE
Ciencia ficción, Fantasía, Contemporánea
336 páginas, Tapa dura
Febrero 2021, Alianza Editorial
A mí los libros de auto ayuda tampoco me convencen, así que lo dejo pasar. Espero que este año tengas mejor suerte con las lecturas!
Besotes!!!