«Mamma Mia! Una y otra vez» Que alguien pare la música

Cuando vi Mamma Mia por primera vez me resultó muy raro ver a Meryl Streep cantar. A medida que la ha ido pasando el tiempo y he podido visionarla de nuevo me he dado cuenta de que lo hace muy bien, lo que demuestra una vez más que es una gran actriz. Que no estuviera presente en la segunda entrega de esta historia fue una decepción pero podría dar pie a que otros personajes se desarrollasen. 

«El gran showman», un musical sin alma.

Hace unos días sin que existiera nada interesante que ver en la televisión -si es cierto que cada vez está peor- decidí que sería mejor ver qué propuestas podía encontrar en una de las plataformas de pago, y allí tuve la suerte de encontrarme con musical Siete novias para siete hermanos. No sé cuántas veces he visto esta película pero si me preguntas dentro de unas semanas o meses si quiero verla otra vez te diré qué sí. Hay algo mágico en los antiguos musicales que las nuevas propuestas no logran reflejar. Este es el caso de El gran showman protagonizada por Hugh Jackman (Chappie,  Pan Viaje a Nunca Jamás, Eddie el Águila), Zac Efron (Malditos vecinos) y Michelle Williams (Suite Francesa) es supuestamente la biografía de P.T. Barnum, un empresario de los Estados Unidos de mediados del siglo XIX, creador de un circo de curiosidades humanas que lo convirtió en muy rico. Con el tiempo evolucionó hacia el tradicional circo que en la actualidad, curiosamente, está en vías de extinción. 

Crítica «Amanece en Edimburgo»

La música está de moda dentro de la gran pantalla. Puede que fuera toda esa serie de concursos televisivos en los que los aficionados del canto podían mostrar su talento y así convertirse en estrellas internacionales, uno de los motores de su impulso. O puede ser que simplemente estamos viendo, nada más y nada menos, que el ciclo eterno en el que se ve envuelto toda corriente artística, que le lleva  a repetir patrones cada cierto tiempo. El caso es que hace muchas décadas desde la época dorada de los musicales, pero en los últimos años hemos asistido a su renacimiento, siempre con timidez, en un intento de no destacar demasiado, porque por mucho que nos guste este género nunca volverá a ser lo que era antes. Aquí debemos puntualizar que no hablamos de las películas de Disney que incorporan canciones porque forman un género que merece una categoría propia. En este caso hablamos de las películas musicales para un público más adulto.