La voz, Arnaldur Indridason

Gulli, el viejo portero de uno de los más conocidos hoteles de Reykjavik, aparece desnudo y acuchillado hasta morir en su miserable habitación en el sótano. Pero Gulli es mucho más que un simple portero que se disfrazaba de Papa Noel todas las navidades, es un completo misterio. Veinte años en el hotel y nadie le conoce realmente. Erlendur Sveinsson decide alojarse en el mismo hotel en busca de la asesina, que, también de eso cree estar convencido, aún debe permanecer muy cerca, pese a que las vacaciones de Navidad están ya encima y el hotel completo. Mientras que al director tan sólo le importa que el asesinato permanezca oculto y su reputación intacta. Erlendur, sin embargo, recibe la visita de su hija, que de nuevo se adentra entre las brumas de la droga y el alcohol, dejando al inspector al borde de la desesperación y la impotencia.

Hace algún tiempo tuve la oportunidad de encontrarme con este autor del norte gracias a «La mujer de verde» con un resultado más que satisfactorio, así que no era extraño que me inclinase por volver a coger algunos de sus libros. Esta vez  ha sido «La voz» que corresponde a la serie de inspector Elendur Sveinsson y que es la continuación en el tiempo del anterior.

Invierno ártico, Indridason Arnaldur

 

Indridason Arnaldur es uno de esos autores con un estilo muy peculiar. Lo pudimos comprobar en las anteriores novelas como La voz, o La mujer de verde. En su última novela publicada en español, Invierno artico, regresa al frío mundo de inspector Erlendur Sveinsson, pero desde una perspectiva diferente a las anteriores que se centraban en los recuerdos del pasado. 

Estamos en el frío mes de enero en Islandia. Elias, un niño de diez años, hijo de una tailandesa y de un islandés, ha aparecido apuñalado cerca de su casa y en estado de congelación. El inspector Erlendur Sveinsson y sus inseparables ayudantes Sigurdur Óli y Elínborg son los encargados de llevar a cabo la desagradable tarea de resolver un asesinato en el que no faltan sospechosos.