«Drácula», la banalidad de un clásico en Netflix.

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Se dice que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra y desde que existe la televisión hemos visto como este dicho cobra una importancia desmedida.

Cada cierto tiempo los clásico necesitan reinventarse, adaptarse a los nuevos tiempos. Parece que el cambio de generación no se produce sino no se ha reinventado de nuevo Mujercitas, alguna película de las hermanas Austin o algo más sangriento como Drácula. Siempre es interesante ver cómo se adaptan estas historias aunque al final, nunca llegan a superar ciertas versiones. En el caso de Drácula, hace unos años Luke Evans se metía en su piel contándonos la historia de sus orígenes en Drácula: la leyenda jamás contada. No era una maravilla pero al menos sus guionistas intentaron explicar por qué un guerrero, un defensor de su tierra y sus gente decide aliarse con el mal. Aún pesaba mucho la versión de Francis Ford Coppola con Drácula de Bram Stoker,  una película que decidió contar la historia basándose más en la novela original y no en versiones adulteradas. La interpretación de Gary Oldman fue sublime, y consiguió dotar al personaje de una profundidad que aún no se a podido superar. Otro Drácula era el delHotel Transilvania, que tenía que lidiar con una hija que se enamoraba de un humano. Podemos seguir estableciendo referencias ya que hay más de trescientas adaptaciones del este personaje entre películas, series y documentales… Con todo esto quiero decir que conseguir algo nuevo de Drácula es imposible, porque es un personaje tan explotado que ya no le queda sangre. Pero al parecer a Mark Gattis y Steven Moffat ésto no les importa mucho. Seguir leyendo ««Drácula», la banalidad de un clásico en Netflix.»