
La sexta entrega de las aventuras del comisario Carl Mørck tiene como título original “La chica colgada”. Dado que es un título no muy impactante el título elegido en español ha sido Sin límite, lo cual no deja de tener su gracia porque no refleja nada bien el espíritu del libro.
En esta entrega nuestro peculiar protagonista debe hacerse cargo de la investigación de asesinato de una joven que apareció colgada de un árbol. La peculiaridad del caso no es que la joven fuera hallada suspendida por los pies sino que han pasado diecisiete años desde los hechos y nada se ha avanzado en el caso, a pesar de que el comisario Christian Habersaat le ha dedicado mucho de su tiempo a intentar averiguar la verdad. Como ocurre siempre Mørck no tiene interés por investigar nada pero cuando el comisario Habersaat fallece de un modo tan espectacular tendrá que intervenir.
¿Cuándo una serie deja de ser atractiva? No lo sé. Supongo que depende de la propia serie, del atractivo de los personajes y del modo el que el escritor logre crear algo diferente en cada entrega. En el caso de Jussi Adler-Olsen la respuesta a esta pregunta vendría con muchos matices porque si bien la serie sigue contando con la buena labor de narración del autor y los personajes siguen siendo atractivos, se empieza a notar cierto cansancio en el discurrir de los libros porque se sigue un desarrollo que viene representado por un esquema que no ha variado desde el primer libro. Podemos decir sin temor a equivocarnos que si con La mujer que arañaba las paredes nos adentrábamos en una lectura con los giros narrativos bien colocados para atrapar al lector, con Sin límites intuimos casi desde el principio cómo discurrirá la acción. Y eso a veces no es bueno para un libro de intriga policial.
Con todo esto no puedo negar que he disfrutado con la lectura de este libro. Carl Mørck me sigue parecieron un personaje fascinante, y si tuviera que hacer una lista de mis comisarios preferidos él estaría entre las primeras opciones. Simplemente adoro este personaje, con su aire de mal humor, su tristeza, su humor ácido y su enorme corazón. Sus compañeros de aventuras por su parte continúan con sus peculiares locuras. Rose tan mandona, responsable y rara como siempre aunque algo comedida en sus acciones. Gordon sigue siendo tan adorable como inocente mientras que Assad no deja de ser el hombre de misterioso pasado. Supongo que aquí radica otro problema. Nada ha cambiado. Desde el primer libro sabemos que Assad guarda más de un secreto. Hay pequeñas pistas aquí y allá pero al final son todas especulaciones. Mantener el pasado de un personaje siempre es una buena estrategia pero en algún punto debes dejar que los secretos salgan a la luz antes de que se enquisten.
En cuanto a la intriga está bien construida pero se hace excesiva y larga, aún más cuando te das cuenta de la verdad de la muerte de la joven. Pese a ello el libro sigue aportando un buen misterio, con una investigación y una resolución decente aunque no del todo emocionante.
La verdad es que podría seguir contando bastantes cosas buenas del libro –desarrollo de los personajes, buenos diálogos, excelente escenografía…- pero siempre irían acompañadas de alguna matización negativa.
Sin límites es un buen libro, pero no el mejor de la serie. Me lo leí de un tirón pero no me emocionó. Pese a ello no considero que sea un tropezón en las aventuras de Carl Mørck porque cuando hablamos de series de larga duración hay novelas que te gustan más que otras porque el tema que tratan te emociona de una manera más profunda. En cualquier caso espero poder leer pronto el séptimo de la serie. Con un poco de suerte lo tendremos este otoño.
SIN LÍMITES ( Departamento Q, 6)
Jussi Adler-Olsen
Editorial: Maeva
Género: Policial, Novela nórdica
Páginas: 608
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