«La colonia perdida», John Scalzi.

John Perry y Jane Sagan han encontrado la paz junto a su hija adoptiva Zoë en el planeta colonial Huckleberry. Es una buena vida, pero sienten que les falta… algo. Por eso, cuando se les propone liderar una nueva colonia, John y Jane no pueden resistir la tentación de explorar el universo una vez más. Pero cuando los colonos son abandonados en un planeta desconocido, Perry descubre que nada es lo que parece. Él y su nueva colonia son simples peones en la confrontación entre la Unión Colonial humana y la confederación alienígena denominada el Cónclave, que pretende acabar con la colonización humana. Mientras la partida se decide, Perry deberá luchar por mantener a sus colonos con vida ante las amenazas de ambos bandos en un planeta que esconde sus propios secretos, a la vez que intenta prevenir una guerra que no sólo amenaza con engullir su nuevo hogar, sino que también promete la destrucción de toda la Unión Colonial.

En las últimas páginas el autor en sus agradecimientos nos cuenta que deja a John Perry y a Jane Sagan seguir su propio camino, ya que él se irá a explorar otros universos. Comentar simplemente que en abril del 2009 se publicó lo que se puede considerar como la cuarta novela de esta trilogía, Zoe´s Tale, y que tiene a Zoë, la hija adoptiva de John y Jane, como protagonista absoluta y que podremos leer a partir de abril del 2010 en Minotauro.

En las últimas páginas el autor en sus agradecimientos nos cuenta que deja a John Perry y a Jane Sagan seguir su propio camino, ya que él se irá a explorar otros universos. Comentar simplemente que en abril del 2009 se publicó lo que se puede considerar como la cuarta novela de esta trilogía, Zoe´s Tale, y que tiene a Zoë, la hija adoptiva de John y Jane, como protagonista absoluta y que podremos leer a partir de abril del 2010 en Minotauro.

Tras La vieja guardia que inició la saga y Las brigadas fantasmas, John Scalzi vuelve con La colonia perdida a relatarnos las aventuras de John Perry, protagonista absoluto de la primera entrega y de Jane Sagan, que aparecía en los libros anteriores.

Este último libro nos acerca a un aspecto que quedó pendiente en los libros anteriores: las colonias humanas. En esta ocasión John Perry y Jane Sagan viven con Zoë, que ya es una joven adolescente. Su vida transcurre pacíficamente en una colonia hasta que el general Rybicki les propone como los dirigentes de una  nueva colonia. Pero nada es lo que parece.

Una de las grandes ventajas de este libro y que se habían perdido con «Las brigadas fantasmas» es el sentido del humor que rezuma la novela, con diálogos cruzados, punzantes, llenos de la ironía con el que el protagonista  se enfrenta a la vida y que al estar escrito en primera persona no duda en mostrárnoslo sin vergüenza.  Es sin duda un libro más «gracioso», divertido que el anterior pero también menos profundo.

Pero no nos podemos quedar con el puro divertimento. John Scalzi utiliza la voz de John Perry para mostrarnos un universo donde los intereses de la Unión Colonial (UC) son superiores  a cualquier cosa, más incluso que la vida de aquellos a los que han jurado proteger. Toda la dureza y rigidez de la UC se manifiesta aquí. Actúa como una gran empresa que lo intenta devorar todo sin considerar nada más que sus propios intereses. Por eso es interesante ver el modo en que se manejan los protagonistas tanto con el Cónclave como con la UC.  Las ideas que ya se vislumbraban en las anteriores entregas quedan claras: el ser humano, o más en concreto la Unión Colonial supone con su despiadada política imperialista un peligro, pues está consiguiendo que los seres humanos sean enemigos de todas las razas que pululan por el universo.

Las tramas que se desarrollan son varias pero salvo la relacionada con la UC y el Cónclave las demás quedan pendiente de una solución satisfactoria. Con ello me refiero a los problemas que la colonia tiene nada más llegar al planeta que deben ocupar y que el autor no duda en hacer desparecer de un modo un tanto brusco. Lo cual le da al conjunto una visión un tanto irregular por estar llena de elementos argumentativos que Scalzi añade pero que luego no sabe resolver en su justa medida.  Quizá la causa sea que se ha centrado en la excesiva politización de los sucesos en detrimento de la acción o la aventura, solo se pueden considera como escenas de acción un par de ellas. Se ralentiza así una novela que parecía en sus comienzos repleta de momentos emocionantes.

La colonia perdida está salpicada de pequeños detalles bien organizados dentro de un conjunto que no termina de cuajar del todo. Gracias al tono ligero y  a la maestría que tiene Sclazi a la hora de desarrollar los sucesos logran que el lector continúe con la historia porque siente curiosidad por el devenir de los personajes. Pero la sensación una vez que se comienza con la lectura es de que la trama merece más, sensación que permanece a lo largo de todas las páginas.

Aún así es un libro que le lee muy bien gracias a los continuos guiños de humor que aporta y porque Scalzi sabe como atrapar a un lector que si bien sabe que no está ante una gran novela desea conocer qué ocurrirá no solo con la colonia perdida y sus habitantes, sino también que ocurrirá con la raza humana.

En las últimas páginas el autor en sus agradecimientos nos cuenta que deja a John Perry y a Jane Sagan seguir su propio camino, ya que él se irá a explorar otros universos.

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