«La verdad silenciada», Ragnar Jónasson. Un apático misterio islandés.

La verdad silenciada de Ragnar Jónasson es la segunda de la serie Islandia Oscura (sexta serie Siglufjörður). Es una de esas novelas que producen sensaciones diversas, mayoritariamente negativas. Sabes que hay una buena historia detrás pero no puedes evitar pensar que la manera en que se ha desarrollado toda la trama es un bastante cuestionable.

Esta novela tiene como protagonista a Ari Thór Arason, un joven policía que es trasladado a un pequeño pueblo pesquero del norte del país, Siglufjörður. En la primera entrega, La sombra del miedo, descubrimos que el pequeño pueblo no es tan tranquilo como parece porque Ari, que acaba de dejar la escuela de policía de Reykiavik, se enfrenta por primera vez con una investigación de asesinato, que corre a manos del comisario del lugar, Tómas. No he leído este libro así que no puedo decir mucho de él. No sé si es mejor o peor que la segunda entrega. Lo que sí puedo afirmar es que no creo que sea necesario leerlo para entender la trama de La verdad silenciada.

En esta segunda entrega Tómas, el viejo comisario del lugar ha sido trasladado a la capital, y Ari, que pensaba que el puesto de comisario sería suyo, ve como un recién llegado ocupa el puesto. Es Herjólfur, que llega con su mujer y su hijo adolescente. Todo va más no menos bien hasta que Herjólfur es encontrado con un disparo en el pecho. La investigación sobre quién puedo intentar matar al comisario empiezan. Y para ello, Tómas, vuelve al pueblo para hacerse cargo de la investigación con ayuda de Ari.

Si bien he de confesar que mi primera incursión con este autor (La dama, primera entrega de Islandia Oculta, cuya protagonista era Hulda Hermannsdóttir), no he tenido suerte con la historia de Ari. Sabía de antemano que Ragnar escribía de una manera peculiar y no me molestaba. Se apartaba de mi zona de confort, pero no hay sido ese el gran problema que he tenido con esta novela. Creo que hay demasiados elementos que no me gustan, algunos de los cuales hacen caer la trama en cierto tono ridículo.  

Primero, no he podido conectar con el personaje principal. Ari Thór Arason, parece un buen hombre, está viviendo con su novia -que trabaja en un hospital- y tienen un hijo de un año. Todo parece bien, pero -como siempre- a los escritores de novela policial no les gusta que sus protagonistas sean felices así que meten problemas en las relaciones amorosas siempre que pueden. He llegado a la conclusión que este discurrir de la trama es más bien una escusa para dar más valor a unos personajes que no están bien caracterizados. Hay ocasiones en los que es necesario profundizar en la vida personal de los protagonistas, no se entendería a Harry Hole, sin sus altibajos amorosos. Ni tampoco se entendería la manera en la que el inspector Erlendur resuelve sus casos si no entendemos sus relaciones familiares, pasadas y presentes. Pero aquí he sentido que no hay motivo para poner a Ari en un dilema amoroso, que además procede de su pareja, y no de él. Y no ayuda nada que la justificación de todo proceda de no querer contar secretos del pasado.

Tampoco me interesó los demás personajes, ni el alcalde, ni su ayudante, ni el primo, la vieja señora… Todos hacen su papel y nada más.

Creo que esta falta de conexión con ellos procede de la manera en la que se desarrollan los diálogos, que son absolutamente irreales. No sé en Islandia como son las conversaciones cotidianas, pero te aseguro que por mi pueblo no se habla así. No hay naturalidad en las interrelaciones entre los personajes y eso provoca una gran ausencia de fluidez en el discurrir de la historia.

En cuanto a la trama, hay varios elementos que no me impresionaron. Como en casi toda novela nórdica -empiezo a creer debe ser un esquema que se determina como base en los cursos de escritura creativa de novela negra de los países nórdicos- hay dos tramas, la del pasado y la del presente. La del pasado no le interesa a nadie porque sucede hace más de cincuenta años, los implicados están todos, o casi todos muertos, y desde el principio sabes que no guarda relación con el disparo al comisario. En este caso Ragnar Jónasson no ha sabido jugar con la duda de si ambas tramas principales están interconectadas ,de modo que cuando comienza de nuevo las preguntas sobre el pasado, ya sabes que no te va a llevar a ninguna parte. Yo he sentido toda esta historia era un completo relleno argumental.  La segunda trama es la principal, a del asesinato del comisario. No se puede decir mucho de esta investigación porque no hay nada que rascar. Creo que hasta un iniciado en la novela policial podría saber quién es el asesino sin que se rompiera mucho la cabeza. No hay grandes giros, sorpresas, o algo que te diga « Oh, caramba, esto no me lo esperaba.»

En términos generales, La verdad silenciada es un libro simplemente correcto, pero no para todos los lectores. Personalmente me ha decepcionado porque en la novela policial busco historias bien estructuradas, personajes que sobresalgan por su excelente caracterización, buenos giros argumentales, procedimientos policiales que tengan sentido… En general busco buenas novelas, no solo aquellas que buscan entretener y esta novela es un apático entretenimiento. ¿Buscaré más de este autor? No creo.

LA VERDAD SILENCIADA (Islandia Negra, #2)

Ragnar Jónasson

Misterio, Policial. Novela nórdica.

368 páginas, Tapa blanda.

Agosto, 2023 por Seix Barral. 

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