Después de ver la sexta temporada de Spiral o Engreganes si consideramos su título original en francés, la única pregunta que podemos hacerlos es por qué no he conocido antes esta serie. Es una pregunta importante porque considerando la gran cantidad de series policíacas que pueblan nuestras pantallas encontrar una que sea realmente buena es todo un logro, un logro que en ocasiones se convierte en un milagro.
Spiral es una serie demasiado buena porque no teme a nada. Muy pocas veces nos encontramos con un guión que entremezcle también las tramas tanto secundarias como principales a lo largo de toda una temporada. Podríamos decir que doce episodios -los que componen la sexta temporada- son excesivos pero no sería verdad porque cada uno de ellos tiene su razón de ser. Pero ¿tan buena es esta serie? La verdad es que sí.
La última temporada arranca con el descubrimiento de un torso humano en una calle de París. La policía encarga el caso al departamento de homicidios comandado por la comisaria Lauren Berthaud (Caroline Proust), quien acompañada de sus equipo, Gilou (Thierry Godard) y Fromentin (Fred Bianconi) intentan averiguar la verdad. Pronto descubre que los restos pertenecen a un joven policía que trabajaba en una comisaria ubicada en uno de los barrios más conflictivos de París. ¿Qué hay detrás del asesinato? ¿El policía estaba corrupto? Además de investigar este caso hay dos tramas paralelas, una es gira entorno al juez Roban (Philippe Duclos) quien empieza a sufrir los síntomas de una enfermedad mental, aunque quiere negarlo; la otra trama es la que le corresponde a la abogada penalista Joséphine Karlsson quien trabaja actualmente en un despacho que no trata temas penales y eso la está carcomiendo poco a poco. Las tres tramas se entrelazan, son como engranajes -de ahí el título- de una historia que no se entendería por completo sin que éstas se relacionasen de alguna manera, pero no necesariamente con el caso de asesinato sino con la vida personal de los protagonistas. Cada trama tiene su peso, la principal es la investigación de asesinato del joven policía que con cada capítulo va adquiriendo más complejidad -aparentemente- no sólo por lo que se va descubriendo sino por lo que no se sabe; luego está la de Karlsson que no tiene nada que ver trama principal salvo por el hecho de que ella es amiga de Berthaud y mantiene contactos con el juez Roban. Y por último la que corresponde al juez, mucho más sencilla y asequible es la menos espectacular en cuando a acción pero posee un peso emocionante interesante porque asistimos a la decadencia de un juez incorruptible. A esto le añadimos unos cuantos engranajes más. La salud de la hija recién nacida de Berthatud, la relación de Gilou con una mujer mucho más joven que él, el matrimonio roto de Fromentin… Y aún hay más: la relación de Berthaud con el padre de su hija y con su mujer, la de Fromentín con su hijo adolescente, la de Gilou con la toma de malas decisiones, la del juez Roban con un caso que implica a alguien que conoce… Sin duda el título está muy bien escogido. Cada una de estas pequeñas historias como ya hemos dicho son engranajes que encajan a la perfección con una serie policíaca que tiene un ritmo más que correcto, en la que en cada episodio pasa algo que trastocan la idea que tenías sobre el asesinato -sí, en esta serie será muy difícil averiguar quién es el asesino, por no decir imposible hasta los últimos momentos- a la vez que vas conociendo más y más a los personajes.
Sinceramente no sé qué me ha gustado más si la trama policial que rodea todo el asesinato – muy bien planteada por los guionistas- o la caracterización de los personajes, tanto secundarios como principales. Aquí mencionar la gran labor de todos los actores. Muy buenos.
He seguido Spiral con mucha atención, hacía tiempo que no esperaba con ansia el estreno de una serie semana tras semana. Simplemente me pregunto cómo es posible que no haya seguido esta serie desde el comienzo porque su primera temporada es del 2005, aunque solo tenga seis; lo que quiere decir que no es una serie anual sino que se toman su tiempo para hacerla. Y vale la pena esperar porque el resultado final es una serie alejada de la espectacularidad suntuosidad de las estadounidenses siempre enfocadas a asesinos en serie o conspiraciones extrañas, o de las británicas que buscan los motivos más oscuros en cualquier pequeño drama, verdaderos fetichistas de los esqueletos que se esconden en los armarios.
Por último comentar que es gracioso ver a los actores en sus primeras temporadas, porque físicamente han cambiado bastante, lo que solo añade más credibilidad a sus personajes.
Si quieres verla la puedes encontrar en Amazon Primer y en Nexflix.
Con lo que me gustan las series policiacas… No la he visto en Netflix, voy a buscarla porque después de leerte me han entrado muchas ganas de verla 🙂
¡Besotes!
Pues ni idea de esta serie. Si me voy a tener que hacer de Netflix…
Besotes!!!