Todo lo que muere, John Connolly

Una noche, Charlie «Bird» Parker, inspector del Departamento de Policía de Nueva York, discute por enésima vez con su mujer y sale a tomar unas copas; cuando vuelve a casa, se encuentra a su mujer y a su hija de tres años salvajemente asesinadas. Entre los sospechosos figura el propio Parker, pero el crimen no podrá resolverse. Incapaz de superar los sentimientos de culpabilidad y expulsado del cuerpo de policía, Parker se convierte en un hombre atormentado, violento y deseoso de venganza. Cuando su ex jefe le pide ayuda para resolver el caso de una joven desaparecida, Parker acepta y se embarca en una investigación que le llevará hasta el sur de Estados Unidos, donde se las verá con el crimen organizado, con una extraña anciana que dice oír voces de ultratumba y con el «Viajero», un despiadado asesino en serie.

Todo lo que muere es el inicio de la serie de libros que John Connolly, autor de origen irlandés, dedica a Charlie «Bird» Parker, un inspector de Nueva York que lo pierde todo en una trágica noche y que es uno de los personajes más atractivos literariamente hablando con los que me he encontrado.

Esta novela como buen inicio de una serie presenta una serie  de características bien definidas, siendo una de las principales un detallado retrato psicológico del protagonista y de la tragedia que cambia su vida. Este afán de presentarnos al personaje más allá de una sucesión de escenas que tiene como fin descubrir un crimen, hace que la novela sea más compleja de los que parezca, porque se entremezclan personajes  y sensaciones diferentes que crean tramas distintas. Podemos decir que la novela se divide en diferentes partes y que todas se relacionan porque conducen a un único fin.

¿Pero quién es Charlie Parker? Charlie un joven detective de homicidios de la ciudad de Nueva York, con apenas superados los treinta parece tener una buena vida, está casado con una mujer a la que adora y tiene una hija pequeña por la que daría su vida. Pero últimamente su vida se está yendo al traste porque Charlie está bebiendo más de la cuenta y su matrimonio se está resintiendo. Una noche después de acostar a su hija tiene una discusión terrible con su mujer y se marcha enfadado de casa en dirección a un bar a tomar unas cuantas copas. Cuando regresa se encuentra con una terrible escena en la cocina, su mujer y su hija pequeña han sido asesinadas de un modo terrible por un asesino llamado «El Viajante» que tiene una gran afición al descuartizamiento y al despellejamiento. El autor no intenta suavizar lo ocurrido, sino que  lo impregna todo de una gran brutalidad. Charlie testigo de este horror se enfrenta durante los primeros capítulos a una mezcla de culpabilidad y ira por no poder haber defendido a su familia. Estos sentimientos crearán un caldo de cultivo que harán de Charlie un personaje atractivo incluso cuando recurre a la violencia más extrema.

 Una vez presentado el personaje  y sabiendo que ya no está en el departamento de policía, y que no hay novedades sobre el asesino de su familia, decide investigar un caso nuevo la desaparición de Catherine Demeter una joven relacionada con la mafia y con un poderosa familia. Esta trama tiene una presentación, un desarrollo o nudo, y un desenlace. Personalmente me chocó que dentro de la novela hubiera otra «mini» novela policial que por sus propias características darían un buen libro, pero creo que es un acierto ya que nos acerca todavía más al Charlie, si antes solo lo mirábamos como hombre destrozado por el dolor, ausente de lo que pasa a su alrededor, ahora nos encontramos con un hombre de acción, inteligente, muy sarcástico, no tiene miedo a nada y que no duda en usar la violencia en su forma más cruda.  Esta parte hace mucho más comprensible lo que viene a continuación y que se centra ya en concreto en el asesino en serie «el Viajero»  que siembra cadáveres mutilados por donde pasa además de ser la presentación de diversos secundarios que tendrán un papel fundamental. Hablamos de los peculiares amigos de Charlie, Ángel y Louise, que además de amantes pertenecen a ese grupo de personajes que primero disparan y luego preguntan, a pesar de estar al otro lado de la ley (uno de ellos es, o era, un asesino a sueldo) son buenas personas y le dan un toque de humor interesante. También podemos contar con Rachel, una psicóloga que intenta ayudar a nuestro protagonista en la búsqueda del asesino.

Ya metidos en la persecución del asesino en serie Connolly vuelve a jugar con distintos personajes, entrelazando elementos que pueden parecer dispares pero que él une con una gran maestría porque sabe muy bien como dominar los tiempos y todos los recursos para mantener al lector pegado a la historia. Tendremos grupos de bandas mafiosas, enemigos, algunos cocodrilos, magia, espiritualidad, asesinatos macabros… en un ritmo que no para de crecer hasta llegar a un final realmente increíble.

Sin duda es un libro que me ha fascinado desde el comienzo, es comenzar  a leer y ser incapaz de parar hasta saber el final. Un final como dije antes asombroso por estar muy bien pensando, ya que es en ese momento  cuando realmente comienzan a cuadrar todos las pistas que hemos ido recogiendo a lo largo de una historia que ha ido aumentando de tensión de un modo continuo. Muchas veces lo peor del libro es su final, un tanto apático, este no es el caso, porque es inesperado, sobrecogedor y simplemente perfecto.

‘Todo lo que muere’ es la novela presentación de un personaje difícil de olvidar al que llegas a adorar pese a todos sus defectos. Es también una novela donde la violencia, lo peor del ser humano está presente por lo que puede que no guste a todo el mundo ya que su realismo en ocasiones es sobrecogedor. Otro elemento que puede echar para atrás ese ese «tonteo» con los sobrenatural que queda en este caso perfecto.

Sin duda ha sido todo un descubrimiento que he ha gustado tanto que ya tengo en mis manos la última novela de Charlie Parker, «Voces que susurra» publicada hace unas semanas.