John Carter (ver ficha) es una de las grandes apuestas este año. Soy hay que ver la cantidad de dinero que Disney se está gastando en publicitarla. Es cuestión de pasar por el canal Disney de la TDT para comprobar como emiten escenas casi completas algo que se puede permitir porque dura un poco más de dos horas. Es más los casi diez primeros minutos están colgados en Youtube subidos por la propia Disney.
Al igual que en otras ocasiones este personaje está sacado de la literatura, en concreto de las novelas de Edgar Rice Burroughs al que se le da un pequeño papel en esta película. El guión ha sido cosa de tres personas: Andrew Stanton, Mark Andrews y Michael Chabon. Puede que sus nombres no nos digan nada pero Stanton – que también la dirige- es responsable de historias tan maravillosas como Toy story 3, Wall-E, Buscando a Nemo o la infravalorada pero genial Monstruos, S.A.
Por su parte Andrews tienen una trayectoria más corta, y su papel como guionista se limita pequeños proyectos y a series de televisión en los que prima la aventura. El señor Chabon por su parte es el responsable de Spiderman 2, y Jóvenes prodigiosos, además de ganador del premio Pulitzer por la novela «The amazing adventures of Kavalier and Clay«. Se podría decir que la genialidad de Stanton se ha unido la experiencia – si bien no muy grande- de dos guionistas que manejan con mucha soltura las historias de acción dentro de un marco fantástico. Y en John Carter hay mucha acción.
Al ser la presentación de un personaje la historia se basa en la primera de las novelas. Nuestro héroe apareció por primera vez en «Una princesa de Marte» publicada por capítulos entre julio y septiembre de 1911. Es decir hace más de cien años. Fue el inicio de la llamada Serie Marciana (Barsoom serie) que consta de varios libros publicados hasta la década de 1960.
Todo comienza con una muerte. El joven Edgar Rice Burroughs ha sido llamado para presentarse en casa de su tío porque éste ha fallecido y él debe estar presente en la lectura de las últimas disposiciones. Allí se entera de que todo su riqueza va para él, pero lo más interesante es que entre sus pertenencias hay está su diario personal en donde esta narrada una increíble historia.
John Carter ( Taylor Kitsch) es una capitán del ejército de los Estados Unidos que ha decidido no pelear más. Lo único que quiere es encontrar una mina de oro y hacerse rico aunque al ejército no le parece una buena idea. Al escapar de ellos y de los indios se refugia en una cueva que por azar del destino es la cueva repleta de oro que ha estado buscando. En las paredes de la cueva hay unos extraños signos. De repente aparece un hombre calvo y vestido de forma rara. Luchan. John Carter se despierta en un lugar desierto y es incapaz de andar como una persona normal. Le cuesta un poco pero al final lograr dar unos saltos increíbles. En este lugar conocerá a unos seres extraños, con largos cuernos, verdes, altos y con cuatro brazos. Para sus sorpresa también hay humanos pero que están enfrascados en una guerra civil. Por una parte está el reino Helio que cuenta con la luchadora e inteligente la princesa Dejah Thoris (Lynn Collins) empeñada en salvar Barsoom del sanguinaro Sab Than (Dominic West). A pesar de que John no quiere verse envuelto en la lucha, solo quiere volver a casa al final termina siendo el héroe que de Marte.
La verdad es que John Carter es un personaje muy jugoso que curiosamente ha pasado desapercibido para las grandes mentes del séptimo arte (la adaptación de Antonio Sabato Jr. no cuenta) quizá porque se vio oscurecido por su «hermano literario» Tarzán, que cosechó un éxito enorme allá por los años treinta.
También hay que considerar que el proyecto en sí no es fácil. Hablamos de recrear un mundo de ciencia ficción, no hay problema con los humanos, pero si con los marcianos de cuatro brazos, con las ciudades, las naves, el propio paisaje. Quizá por eso el proyecto de 2004 que iba a dirigir Robert Rodríguez se quedó en nada. Luego pasó a las manos de Kerry Coran, y luego en el 2005 por las de Jon Favreaur que lo dejó aparcado por Iron Man. La Paramount que tenía los derechos no los renovó para centrarse en Stark Treck, de modo que Disney decidió hacerse con ellos. A partir de ahí se plantean ideas porque no es fácil convertir a un héroe literario en un icono de la gran pantalla que consiga arrastrar a los espectadores al cine. Potencial tenía mucho pero fama, entendida como personaje reconocido por todo el mundo, como Tarzán, más bien no. Además hay que crear un producto lo suficientemente bueno para que sea posible hacer una segunda parte y montar alguna «cosita» en los parques de atracciones.
El resultado ha sido más que satisfactorio. La historia está muy bien pensada, aunque deja muchas preguntas sin resolver, y técnicamente es irreprochable.
Evidentemente John Carter rezuma por cada píxel dinero. Se nota que es una gran superproducción en el que se han pensado hasta en los más pequeños detalles. Además se aprecia que la experiencia conseguida con El príncipe de Persia. Las arenas del tiempo ha sido beneficiosa pues carece de los grandes fallos que ésta presentaba. Su guión es muchísimo más sólido.
Estamos entonces ante una producción muy cuidada y se nota a la hora incluso de plantear los escenarios prefiriendo siempre que fuera posible localizaciones naturales que requirieran el menor retoque digital. Da solidez, realismo a la historia al proporcionarnos la sensación de estar viendo un mundo real, tangible, no producto de efectos especiales. Eso no quiere decir que no los hay. Hay muchos, pero están bien pensados. Solo hay que pensar en los Thark, esos seres de tres metros para entender su importancia. Pero matizada porque detrás hay un actor. Tars Tarka, es William Dafoe, que interpretaba a su personaje con un traje gris lleno de sensores para recoger sus movimientos y subido a unos zancos. A Samathan Norton que interpreta a Sola también le tocó vestir traje.
El resultado. Asombroso. Es cierto que me encantan este tipo de películas aunque también reconozco que suelo ser muy crítica con ellas. Me han gustado los actores y eso que en ocasiones Taylor Kitsch estaba algo sobreactuado. Me ha gustado el papel femenino que no es un simple adorno sino que tiene presencia y determina el devenir de la historia. Los malos son malos en su justa medida. Los buenos son muy buenos. Hay un «perro» que debe de pesar como una tonelada que babea mucho pero que corre como un cohete. Hay algo de humor, y mucha aventura y acción. Sin olvidar el toque romántico.
Y me ha gustado la historia pese a que científicamente es un horror. Marte no es un desierto caluroso con poca agua. Es un desierto muy pero muy frío con grandes cantidades de agua congelada. Pero supongo que eso es lo de menos.
Una última puntualización. John Carter es una cinta de Disney y debe ser vista como tal, con esto me refiero a que es una película que busca el simple entretenimiento durante dos horas y lo hace con el estilo que caracteriza al jefe de Mickey Mouse: grandioso, lleno de acción, colorista, divertido y con un toque moral muy tenue. Buscar más no sería justo ni para el espectador ni para la película que solo pretende hacernos pasar un buen rato. Así que si quieres ver un segundo «Avatar»- por eso de un humano en un mundo de marcianos- mejor te das la vuelta y esperas a que James Cameron se decida a rodarla.
Si vas a verla simplemente coge unas palomitas, una coca cola bien fría y siéntate dispuesto a disfrutar de una buena película de llena de seres de cuatro brazos y repleta de acción.
Por cierto, la he visto en el famoso 3D, sigo sin encontrarle la gracia al invento éste.
Clasificación: 8/10
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A principios de semana me fui al cine para ver esta película. Previamente había leído opiniones por la red que no me aclararon mucho (todas muy extremistas, para bien o para mal). Así que como dices, me cogí las palomitas y la cocacola, me senté y a disfrutar. También la vi en 3D (me encanta esta técnica, aunque en este caso no aporta mucho). Sobre la película, me gustó más de lo que esperaba. Lástima que no esté consiguiendo el éxito esperado (en el caso de España, sí ha sido número 1 en taquilla). ¡Saludos!
Jesús me alegro que gustara, es una buena película para pasar una tarde estupenda. Si es del tipo «palomitera» pero con mucha mayor calidad que la media. Sobre su éxito no tengo muchos datos, les deseo suerte para que tengan una segunda parte.
Pues si dices que es mejor que la de El Príncipe de Persia, entonces intentaré ir a verla. Es que me decepcionó bastante, la verdad. Y eso que me entretienen estas historias. Saludos
Pues sí, estas películas están hechas para pasar un buen rato. Sentarse, olvidarse de los problemas y disfrutar del espectáculo. Así que si es eso lo que ofrece, voy a verla.
Besotes!!!